El Grupo Operativo S-Valor llega a su fin. Tras dos años de intenso trabajo, el consorcio formado por las empresas Inerco y Viagro, por el centro tecnológico Tecnova, por la federación de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía y por el Grupo de Desarrollo Rural (GDR) Gran Vega, ha presentado sus principales conclusiones.
La jornada final, celebrada en Sevilla, ha sido clausurada por el secretario general de Energía de la Consejería de Industria, Energía y Minas de la Junta de Andalucía, Manuel Larrasa, quien ha señalado que el proyecto S-Valor está alineado con las políticas de la Consejería, como la futura alianza andaluza para el desarrollo del biogás, que el Gobierno andaluz presentará oficialmente tras el verano (en septiembre u octubre) y que pone empeño en la revalorización de los residuos como los procedentes del sector agrícola, ganadero y de las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR).
Así, tras destacar que Andalucía cuenta con un potencial de generación de biogás de 24 terabatios por hora y año, el secretario general ha felicitado a todos los miembros del consorcio por los resultados obtenidos.
Entre estos, destaca la validación de una nueva tecnología de desulfuración de biogás mediante filtración con adsorción, que permite retirar el ácido sulfhídrico y recuperar el azufre, lo que posibilita el desarrollo de un sustrato para cultivo con valor fertilizante.
Se trata de un nuevo prototipo que está instalado en una EDAR de Huelva y de cuyo funcionamiento se han podido extraer conclusiones muy positivas, ya que su uso es más seguro, más económico y más sostenible en comparación con el carbón activado, el material más empleado actualmente para desulfuración en las plantas de tratamiento.
Así, este prototipo es más seguro porque el diseño de torre permite realizar la carga y descarga sin prácticamente manipulación del exterior y, además, posibilita hacer esta tarea en tiempo récord. De hecho, si con el carbón activo este proceso se puede prolongar hasta 24 horas, este prototipo permite hacer la carga en minutos, y la descarga en segundos.
También implica un importante ahorro de costes, ya que es más económico usar el producto S-Valor (entorno a 1-2 euros por kilo) que el carbón activado (cuyo precio está sobre los 3-4 euros por kilo). Sin olvidar las ventajas ambientales de esta tecnología, ya que logra eliminar un contaminante como es el ácido sulfhídrico para convertirlo en un subproducto con valor en la agricultura.
El subproducto S-Valor se ha obtenido en dos formatos: en polvo micronizado y en pellets, lo que facilita la gestión del mismo.
Respecto a su aplicación en la agricultura, el pellet se ha probado en ensayos agrícolas como sustrato del cultivo de pepino, comparándolo con otro sustrato como es la fibra de coco. Los resultados del crecimiento de la planta evidencian que el producto S-Valor permite un correcto desarrollo del cultivo desde la plantación hasta el desarrollo de frutos. Además, se caracteriza por un elevado contenido en macro y micronutrientes como son Calcio, Hierro y Azufre, esenciales para el correcto desarrollo de la planta. No obstante, la altura del cultivo y el número de hojas del tratamiento de fibra de coco ha sido significativamente mayor.
En definitiva, las conclusiones en campo señalan la necesidad de abrir nuevas líneas de investigación en el desarrollo y optimización de nuevos productos a base de este material adsorbente cargado de azufre. En este sentido, se plantean otros usos de eficacia como fertilizante o como material de base para su mezcla con otros sustratos.
De cara al futuro, el siguiente paso del grupo operativo será llevar a escala comercial este prototipo de desulfuración que ya está tecnológicamente desarrollado, y que cuenta con un diseño de torres de hasta 10 metros cúbicos (entre 200 y 10.000 litros).
El programa
En la jornada final del Grupo Operativo S-Valor, que fue seguida también en remoto, participaron investigadores, técnicos y distintos profesionales del sector industrial y agroalimentario.
La inauguración corrió a cargo del presidente ejecutivo de Inerco -empresa coordinadora del proyecto-, Pedro Marín, que dio la bienvenida a los asistentes; y del director general de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, Jaime Martínez-Conradi, quien puso el acento en la importancia de encontrar nuevas alternativas de fertilización económicas y eficientes para la producción de alimentos ante el encarecimiento sufrido especialmente a raíz del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
A continuación, los socios del grupo operativo tomaron la palabra y, uno a uno, fueron desgranando cuál ha sido su papel y compartiendo sus conclusiones.
La jornada terminó con un panel de experto en el que participaron el director gerente de Inerco Biogás S.L., Jesús M. Tagua; el catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica de la Universidad de Sevilla, Antonio Delgado; y la investigadora del grupo TAR (Tratamiento de Aguas Residuales) de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Sevilla, Dolores Garvi. Un debate que sirvió para contextualizar, desde la vertiente industrial, ambiental y agronómica, las innovaciones del proyecto S-Valor.
El punto y final lo puso la proyección de un vídeo resumen del trabajo realizado a lo largo de los dos últimos años por parte del consorcio.
El proyecto S-Valor se enmarca en la convocatoria 2020 de ayudas para el Funcionamiento de Grupos Operativos regionales de la Asociación Europea de Innovación (AEI) en materia de productividad y sostenibilidad agrícola. Está financiado por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) y está cofinanciado por la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía.